Publicado hace 39 minutos
Soy el deseo que late en tu pecho, la necesidad que no puedes escapar. Mis caricias son un juego que te lleva al borde, cada beso un paso más hacia el abismo del placer.
Aquí, entre nosotros, no existen las reglas. Solo el deseo que se convierte en nuestra única ley.
Aquí, entre nosotros, no existen las reglas. Solo el deseo que se convierte en nuestra única ley.
