Publicado hace 2 días
Imagina una habitación en penumbra, música suave y yo esperándote con lencería delicada y una sonrisa que invita a pecar. Mi piel lista para tus manos, mis labios ansiosos por explorarte y mi cuerpo dispuesto a entregarse sin reservas. Me gusta jugar con tus sentidos: una mirada profunda, un roce suave, un susurro en el oído que te hará perder el control. Esta noche, cada segundo será un fuego que arderá en tu memoria mucho después de que te vayas.