Publicado ayer a las 02:33
Todos necesitamos un escape, un momento de pura satisfacción… y yo soy ese regalo que tu cuerpo merece. Te recibiré con una sonrisa cómplice, un cuerpo que pide ser tocado y una actitud dispuesta a complacerte. Podemos ir despacio o dejarnos llevar por el impulso, pero lo que es seguro es que terminaremos agotados y con una sonrisa de placer.