Publicado hace 2 horas y 5 minutos
Me inclino un poco, quedando justo frente a ti, dejándote entrever la seguridad con la que me muevo. “Me encanta cómo reaccionas a mi presencia,” susurro, bajando la voz, dejando que el calor se acumule sin tocarte aún. La tensión entre nosotros se hace casi tangible, un juego de energía y deseo.
