Publicado hace 10 horas y 24 minutos
Me gusta acercarme sin tocar, dejar que el otro adivine mis intenciones. En mis movimientos hay un ritmo sensual, casi hipnótico, diseñado para provocar, para insinuar, para calentar sin necesidad de explorar. Me encanta cuando el ambiente se vuelve tan intenso que cualquier palabra se sentiría demasiado fuerte. En esos momentos, mi silencio es la mayor tentación.
